Más allá de las binarias: El vestido de tehuana como bandera de la identidad indígena y muxe

La tehuana es el traje típico hecho y portado por las mujeres indígenas zapotecas del Istmo de Tehuantepec. Debido a su mínima evolución a lo largo del tiempo se le conoce como un traje vivo. Su estado actual tomó forma después de la Revolución Mexicana de 1910. Se convirtió en un símbolo nacional de la identidad mexicana durante ese período lo que significa que aunque sus raíces son indígenas, el estilo actual del traje no es exclusivamente de influencia indígena sino que la tehuana tiene un doble legado como símbolo de influencia colonial y orgullo indígena. Más aparte, la tehuana es un emblema crucial de identidad para el tercer género en el Istmo de Tehuantepec. Este atuendo tradicional no solo es un reflejo de la herencia cultural istmeña, sino que también es un medio para expresar la identidad de género única dentro de la comunidad zapoteca. El propósito de este blog es explorar las complejidades del traje de tehuana a través de la perspectiva de la colonialidad, la identidad muxe (un tercer género específico de la cultura zapoteca) y la resistencia cultural.

Contexto histórico del traje de tehuana

Hay tres momentos significativos que muestran la evolución del traje de tehuana. La representación más antigua data de principios del siglo XIX. El grabado de 1828 muestra a una joven con una falda de enredo. Su cabeza y torso están cubiertos únicamente por una prenda fina blanca llamada huipil grande o resplandor. Un grabado de 1887 vuelve a representar a una joven con el resplandor y una blusa llamada huipil. Juana Catarina Romero de ascendencia zapoteca y española, creó la tehuana que conocemos hoy. A principios del siglo XX, transformó el traje al importar muselinas bordadas, sedas y diversos tipos de encaje al Istmo, además de modificar los cortes entallados a estilos más modestos los cuales concordaban con estilos victorianos que prevalecían en Estados Unidos y Europa.

El traje obtuvo fama en el Istmo y el resto del país, a tal punto de aparecer en la moneda nacional en el año 1930. La tehuana cobró aún más reconocimiento debido a la artista Frida Kahlo, quien adoptó el traje y lo incorporó a su vestuario y trabajo artístico. Con el tiempo, la tehuana llegó a ser vista como una representación genérica de la cultura mexicana, hasta el punto de ser portada por estrellas icónicas del cine mexicano como María Félix y Salma Hayek. En lugar de ser percibida como un símbolo de una comunidad específica en México, fue vista como una representación de la nación.

La colonialidad y su influencia en la tehuana

Históricamente los poderes coloniales han moldeado las identidades y expresiones culturales en Latinoamérica. En el caso de México estos se adoptaron en forma del sistema de castas. En este sistema, cuanto más se aproximaba un individuo a la cultura y los valores de la península ibérica mayor era su posición en la jerarquía racial. Esta se categorizaba según su maestría del español, su alimentación, su círculo social y su forma de vestir.

La tehuana es un caso interesante. Es un traje portado principalmente por mujeres indígenas y mestizas (de ascendencia indígena y española). Sin embargo, las telas usadas para crear la tehuana a mediados del siglo XVIII hubieran sido prohibidas a estas mujeres bajo el dominio colonial menos de un siglo antes. Esta yuxtaposición señala a una narrativa compleja de expresión cultural en la que las mujeres indígenas y mestizas crean prendas con materiales que antes les eran negados lo que marca una audaz afirmación de autonomía cultural. Aun así, esta afirmación se vio diluida debido a la apropiación y mercantilización del vestido de tehuana en los medios de comunicación que a menudo lo despojan de su significado original y se aprovechan de su atractivo visual. Ante esta mercantilización, es importante reconocer cómo el traje de tehuana también se entrelaza con conversaciones más amplias sobre la identidad y la expresión de género, particularmente fuera del contexto del marco binario occidental.

Muxes: la tehuana en la intersección de alegría, orgullo y resistencia

En el mundo occidental muchos entienden el género como algo binario e identifican todo lo que existe fuera de él como “queer”. Dentro de esta mentalidad, sería fácil igualar lo queer con lo muxe. Pero esa es una ideología colonial. Ser muxe es ser un tercer género que es particular de la cultura zapoteca. los muxes (pronunciado "múshe") son una comunidad de individuos indígenas que adoptan los roles tradicionales de las mujeres. No se identifican como mujeres u hombres, sino simplemente como muxes. Algunos muxes optan por usar ropa femenina o incorporar rasgos no masculinos a su apariencia. Estas elecciones se enmarcan como parte de su vida cotidiana en lugar de una transición. Al adoptar la tehuana, afirman su identidad como muxes, la cual no es definida por las nociones occidentales de sexualidad, identidad sexual o identidad transgénero, sino más bien por un enfoque en preservar las prácticas culturales y lingüísticas de su ascendencia zapoteca.

Los muxes activamente recuperan la vestimenta de tehuana como símbolo de su identidad y cultura. Esto incluye la organización de festivales culturales que celebran la vestimenta tradicional, como la Vela anual de las Auténticas Intrépidas Buscadoras del Peligro, que se celebra en la ciudad de Juchitán, Oaxaca. La primera de estas velas homónimas tuvo lugar en 1986. Lleva el nombre de los muxes que la organizaron. La frase "Buscadoras del Peligro" quizás sea en referencia al riesgo de romper las normas sociales y enfrentar la discriminación, o puede resaltar la actitud desafiante y la búsqueda de la libertad de expresión que caracterizan a los muxes. Al lucir con orgullo el traje de tehuana los muxes afirman su lugar en la sociedad y restauran su significado original oponiendo cualquier apropiación o ambigüedad.

La visibilidad creciente de los muxes ha generado reacciones diversas en la sociedad mexicana, muchos las celebran como un reconocimiento a la diversidad y el patrimonio, considerándolos un avance en el reconocimiento de las comunidades marginadas. Sin embargo, otros las ven como una amenaza a los roles de género tradicionales y las expectativas sociales. En general, las conversaciones sobre la identidad de género, la representación y el orgullo cultural están cobrando mayor relevancia, fomentando el diálogo en diversos círculos sociales.

Conclusión

En resumen, el traje de tehuana es un poderoso símbolo de resistencia a la opresión colonial y social. Con profundas raíces indígenas, representa un rico patrimonio cultural. Al adoptar esta prenda, las muxes y las mujeres istmeñas se oponen al legado colonial que proponía borrar las identidades indígenas. Al portar el traje de tehuana, se envía un mensaje contundente contra la asimilación y la marginación, reflejando un gran orgullo por su herencia y cultura. Además, el traje encarna la lucha por la aceptación y el reconocimiento de las diversas identidades de género en la sociedad mexicana, desafiando tanto las injusticias históricas como las presiones sociales modernas. Al portar la tehuana, las muxes y las mujeres istmeñas se unen para defender su patrimonio cultural y celebrar sus identidades.